Cap 32 Caricias!
-Tu: que interesante elección, shayla black, excelente escritora, -menciono mientras se diría a mí a paso lento, pero firme, irradiando sensualidad-
-Tienes razón, es una excelente escritora, has leído sus libros por lo que veo-sonriendo-
-Tu: así es, es mi escritora favorita –posando sus manos en mis hombros- me encanta la manera en la que describe el sexo, explicito, con palabras claras y sucias –susurrando a mi odio- cada detalle jodidamente excitante –ahora masajeando mis hombros-
No pude evitar cerrar mis ojos ante el masaje de sus manos, dios que delicia. Tan solo con un simple masaje de sus manos estoy totalmente erecto. Iba a colocar el libro que estaba en mis manos sobre el escritorio frente a mi, pero ella lo impidió.
-Tu: espera, sabes, me encantan los libros, y sabes por qué? –susurrando en mi odio, negué con la cabeza- porque en particular, me sirven para otra cosa, además de leer.
Con el seño fundido gire levemente mi rostro hacia su dirección, consiguiéndome con su mirada, llena de lujuria, noto mi confusión por sus palabras, y susurrando de nuevo pero cerca de mis labios dijo.
-Tu: quieres que te muestre, como puedo usar ese libro contigo –las palabras no salían de mis labios, solo atine a asentir con la cabeza-perfecto.
Dicho esto, llevo una de sus manos hasta el libro, sosteniéndolo a un lado del sofá donde me encontraba sentado, su mano libre, bajo desde mi pecho, hasta mi abdomen, allí hizo círculos con su dedo, rodeando mi ombligo, mientras llevaba a cabo esa acción, continuaba susurrando palabras excitantes a mi oído.
Después de unos minutos excitándome con palabras y caricias, su mano se posiciono sobre esa protuberancia que yacía entre mis pierna.
-Tu: Woau, no sabía que podías ponerte tan, grande –mordiendo el lóbulo de mi oído, quería decir algo, una jodida palabra, pero intentarlo solo hizo que ella riera- no hace falta que hables ahora, pronto hare que tu garganta quede tan irritada a causa del placer que te daré, que no hablaras por un buen tiempo.
Con esas promesas tan deliciosas de un futuro placer, toda posibilidad de articular palabra se borraron de mi cabeza, era hora de al fin disfrutar el placer que esta delicia andante me proporcionara. Aumento su agarre en mi entrepierna, haciendo que un gemido saliera de mi garganta, cuando deje que mi cabeza callera hacia atrás dejándome llevar por el placer, el sonido de la puerta al abrirse llamo mi atención, asustado por la posibilidad de que mi madre nos encontrara de nuevo. Esperen, tengo, miedo de que mi madre me encuentre a punto de follar?